Columna Semanal

Si naces pobre no es tu culpa…

Hay una frase de Bill Gates, que además de ser una realidad, es magistral, ya que con pocas palabras refleja una realidad de la vida, y dice:

Si naces pobre no es tu culpa; pero si mueres pobre SÍ es tu responsabilidad.

Creo que hablo mucho de este tema, en resumen, suelo decir que una gran cantidad de personas que son pobres, lo son simplemente por herencia o creencia, que si papá y mamá eran o son pobres, yo también lo seré, y cuando esto sucede se conforman con ese círculo vicioso que se alimenta a sí mismo y se convierte en realidad.

Ese pensamiento debe cambiar, como resultado se modificará esta realidad, y dejaremos de ser la minoría más pobre de Estados Unidos y ni hablar de la pobreza en nuestros países. ¿Cómo lograrlo?

Primordialmente, asumiendo la responsabilidad que tenemos como padres, y no conformarnos porque nuestros hijos tienen un trabajo mejor que el nuestro.
Yo sufro y no exagero; cuando veo a padres trabajadores que son empleados de una fábrica, o que tienen algún trabajo independiente modesto, y felicitan a sus hijos cuando consiguen un puesto mejor al de ellos, ya sea en una empresa con más beneficios, o tal vez un empleo de gerente de una tienda de un centro comercial.

Aunque suene a una posición demasiado injusta o arrogante, ese mensaje conlleva mediocridad y es el principal responsable de que esos hijos terminen siendo pobres como los padres, y vivan con limitaciones y esclavos de su tiempo.

No me mal interprete, siga el hilo de mi lógica. No dudo que tal vez el 95% de los padres aman a sus hijos, y darían la vida por ellos, eso no está en discusión, pero ¿por qué renunciar a ellos, una vez que dejan la escuela o mucho antes? ¿Por qué premiarlos? como si hubiesen salido en primer lugar en una carrera, cuando salen en el último lugar.
Por qué, mentirse a uno mismo, diciendo ese trabajo es temporal, mi hijo o hija conseguirá algo mejor… cuando las estadísticas demuestran que ese joven seguirá en el mismo giro diez o veinte años después; ¿Por qué invirtieron tanto tiempo y dinero en educarlos?, para luego soltarlos a la deriva por la vida. Son seres independientes… pero la influencia positiva de los padres no tiene por qué desaparecer.

Yo le voy a responder… desde mi punto de vista; educamos a nuestros hijos, porque la sociedad lo demanda, igual que nos casamos, tenemos hijos por la misma razón luego como ya la sociedad o mejor dicho su entorno, no espera más, usted baja los brazos y no invierte las mismas energías que invertía en la época de la escuela y ahí tiene el resultado.

Desde hoy deje de hacer las cosas porque la sociedad se lo demanda, y por el qué dirán mis familiares si mis hijos no terminan la secundaria o la universidad, y haga las cosas por el bienestar genuino de sus seres queridos, verá que cuando terminen sus estudios, su motivación será la misma o mayor y enviará otro mensaje al subconsciente de sus hijos.
Indistintamente si su hijo/a haya estudiado una carrera formal, la regla es la misma. A la cima se puede llegar igual con estudios formales o sin ellos, sabiendo buscar los distintos caminos al éxito en esta sociedad moderna.

Soy un convencido que el estudio universitario debe ser obligatorio, pero no porque ganará más dinero, sino porque la educación aporta nuevas herramientas y es necesaria para desarrollarse y avanzar.
Contar con las herramientas de una educación formal le dará una vida con más opciones y criterios para elegir su camino. Eso no se compra con dinero. Hecha la aclaración, ahora le comentaré otra realidad.

Si estudia exclusivamente porque quiere tener dinero, le tengo malas noticias… creo que tal vez usted se sacrificó de gusto. Me atrevo a pensar que primero, no disfrutará nunca de su trabajo, segundo será un esclavo de su jefe, y tercero es muy posible que nunca llegue a ser libre económicamente.

Esa es la realidad, pero le daré soluciones e ideas que son capaces de cambiar su destino.

Debe prepararse, aprender y estudiar, pero por placer, es decir una carrera que lo motiva cada mañana a levantarse y querer aprender más, todos tenemos esa carrera de nuestros sueños, solo debe identificarla y correr detrás de ella. Una vez identificada, debe analizar si le permitirá cumplir todas sus metas y si la respuesta es sí, ya encontró la carrera a seguir.

Si lo que le da placer es ganar dinero y no le interesa ninguna carrera, a pesar que no es lo más aconsejable, debe ser honesto con usted mismo, luego con sus padres, y explicarles que invertirán mucho dinero en su educación, porque la sociedad lo demanda, y usted no será feliz.

Lo suelo decir en mis eventos, y lo pondré por escrito hoy… tráigame a un joven de 20 años, a un entrenamiento de dos o tres días y lo haré millonario; no me titubea ni la mano, ni la voz cuando lo pregono.

No crea que tengo recetas de plantilla para todos; sin embargo, sólo por dar un ejemplo, utilice ese mismo dinero que iba a invertir en la universidad para que su hijo/a estudie y use un 10% de ese dinero para una educación financiera básica, luego otro 20% para inversiones en acciones, y el restante 70% para que compre una primera propiedad para revender y comprar otra, y hacer el mismo ejercicio todas las veces que sea posible, invirtiendo el 100% del retorno que recibe de cada compra-venta, en veinte años tendrá un hijo millonario a la edad de 40 años.

Obviamente le resumí un ejemplo, hay muchos otros beneficios económicos en este entrenamiento, pero la idea creo que es comprensible. Además, hay muchos otros negocios que comenzando de joven y siendo disciplinados y metódicos, lo harán millonario, o por lo menos libre económicamente hablando.

Como ve, podemos nacer pobres, pero si morimos pobres se debe a nosotros mismos y a las decisiones que tomamos como individuos, como familia y como sociedad. ¡Nadie más!

¡Hasta la semana que viene!

Daniel Rutois

Motivador financiero & Negociador
www.hispanoexitoso.com

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